Cree en ti.
Aunque nadie crea en tus sueños.
Cree en ti.
Aunque nadie te abra la puerta.
Cree en ti.
Aunque no te escuchen.
Cree en ti.
Aunque muy solo te sientas.
Cree en ti.
Aunque nunca encuentres las respuestas.
Cree en ti.
Aunque los demás no te vean.
Cree en ti.
Aunque de ti se rían.
Cree en ti.
Cuando los comentarios te lastiman,
cree en ti;
porque si hay alguien que jamás te dejará y siempre te querrá, es la fe que tienes en ti.
Aunque las grietas en tu corazón hieran tu alma,
cree en ti.
Aunque las espinas cada vez más se abran,
cree en ti.
Aunque las espigas nunca aparezcan
y aunque sólo migas encuentres,
cree en ti:
que el alimento del alma florece en lo invisible:
es el sentimiento que te abraza cuando sientes frío
y te quita el sueño cuando estás dormido(...)
Aunque las llamas te quemen,
cree en ti:
que el fuego de tu alma arda porque mientras más combustible: más arde la energía y tú más iluminas.
Que la claridad que tú te ofreces no la puede otro en ti encender.
Aunque del mundo tú te enajenes,
cree en ti:
que el único mundo que siempre es comprendido realmente por toda la eternidad
en la tierra de los hombres, es cuando la voz de tu espíritu habla con verdad.
Cuando algo tan real como la vida de los hombres: una madre y su bebé termina siendo efímero y ficcional: algo tan fuera de la realidad, rueda en las calles universales como lo único verdadero y real... Así es la voz del alma, ruge en las escenas del universo grabada en los muros de los tiempos de los múltiples y repetidos escenarios una y otra vez por cada nuevo big bang, petrificada en las paredes del espacio galáctico como la última lágrima jamás derramada por alguien.
¿Dónde estás tú cuando te hablo?
¿Dónde estás tú cuando te hablas?
¡Escúchame!
¡Escúchate!
¿Dónde está tu voz y tu mirada?
¿Dónde está la salida y la llave de entrada?
¿A dónde vas?
¿Dónde te encuentras?
¡¿Por quien suspiras?!
¿Quién tu ojo derrite?
¿Dónde estás, mi amigo, mi único testigo?
El mejor arribo, el perfecto partido...
Que la única flama que vuela tan alto como para sobregirar el tiempo e ir más allá de los hombres, es la verdad de tu espíritu.
No hay comentarios:
Publicar un comentario