Tú no entiendes, el sol ha de brillar,
la música del mar se ha de escuchar
detrás
de todo ser y alma.
Yo no soy lo que tú quieres que sea,
no soy lo que puedes ver de mí.
Fíjate sobre las nubes rosas
al término de agitar tus alas
y dime si no es verdad
que todos somos estrellas.
Si no puedo alcanzarte jamás
no me preocupa:
no he podido alcanzar a nadie: jamás...
ni siquiera a mi propio papá...
Y eso no me preocupa.
No ser comprendida, no me preocupa...
Porque vivo donde quiero vivir.
Porque vivo lo que quiero vivir.
Porque veo lo que quiero ver del mundo...
Porque vivo el cielo en la tierra;
alcanzo las vibrantes hierbas
donde gira Dios y los ángeles cantan.
Y las abuelas bailan.
No puedo hacer que mi sonrisa se apague
sólo porque así lo quiera el mundo.
No puedo hacer que mi voz se calle
sólo porque así lo deseen todos.
No puedo ver lo que tú ves...
Y eso está bien.
Estoy en otra frecuencia.
Vibro de otra manera.
Si quieres huir un instante del caos:
ve hacia tus sueños,
busca a la niña con flores
mira su alma y contempla el horizonte de truenos
de eclipses de lunas y bares
donde los amigos disfrutan de un buen momento.
Mira a los niños jugar sobre el cielo verde.
Mira a los niños jugar sobre el planeta fluorescente.
Desvanécete con el polvo de las estrellas,
hazte nube debajo de las profundidades del mar,
se la luz que da forma a las cosas,
se la luz que alumbra a los peces y plantas en el océano.
Se el viento cautivado por una rosa.
¿Alguna vez han podido capturar tu corazón como en una caja de cristal?
Pues allí todo se ve...
Puedes ver los latidos expresarse en infinidad de colores
y puedes verlos moviéndose como hojas en otoño sobre las calles.
Me animo a decir,
me animo a sentir.
Me animo a ver tu corazón parlante
sobre el agua y dejando su voz en los conciertos de los pájaros.
Me animo a ver tu voz,
deslizándose como luna
sobre los conciertos de los pájaros.
NOTA: Te amo.
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