domingo, 20 de mayo de 2012

Altar de Ágeles en la Nada.


A tu lado me gusta despertar cuando estoy enterrada en mi cárcel
sé mi aliento por favor, en las pirámides grises de cristales
nadie nunca ha aguardado por mí en el transcurso de esta fantasía demandante
quisiera ser la brújula que domine y repare tus cicatrices

La fe de los mástiles es lo que mueve al templo
soy y seré siempre quién espera ser un cielo retenido
que resguarde algún cuerpo celeste de otro,
mi arte es todo lo que tengo, no tengo nada más, nunca lo he tenido...

Nada es más fuerte que mis ganas de perseguir mis pertenencias:
todo es paciente si se trata de volar por las nubes de tu nave
colgados en el aire como gigantes marionetas
fundidos en los barcos enfuñados de los navegantes

Tengo una deuda; pero solo estaré cerca tuyo (solo estarás cerca mío)
prefiero dejar de ser incapaz y remar hacia tu estrella,
ilusión de alcanzar el fin del inicio
a cada paso, asistir rodando perdidos como burbujas en las olas

Pienso que todo esto tiene que ver con el Azar de los irresponsables
y tu como yo, queremos lo mismo
bajo la irremediable fortuna de aparecer
herméticamente, sellado en una pupila emotiva -no acepto un olvido-,

No dejar nada velado a la obra escenográfica;
¡dichosos labios bailarines, purpuras transacciones de amor!:
¿por qué, los rezos del vapor desplegado se desplazan
en el corazón del que adora sobrenaturalmente y sin razón?

Un pequeño puñado de nada en un ensueño del que fluye y recrea
un hombre abatido de sentimiento sazonado de libertad,
ricas vivencias que reafirman cuanto quiere el ritmo sosegar
un lado de los atardeceres mitificados, un llanto en la tempestad

En el latido ceñido de nuestro entorno nada ocurre si no es concebido,
dentro de esta pileta de hierbas de azúcar, seguir tu dicha
rociando de alegría solo una parte de nuestros lazos unidos
a veces parece que no es cierto, parece una retención sostenida
a veces quedo por ti detenida, camuflada en un centenar de ruidos
Y suplicamos, construyendo nuestro altar de mensajes retributivos.
Altar de Ángeles en la Nada. 









Derechos reservados de autor: Alice Perkins.











Un cielo eterno y entero para vos.

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